Lo primero que habrá que considerar es la dedicación que podemos ofrecerle a nuestro jardín. Cada planta necesita unos cuidados específicos. Si disponemos de poco tiempo y solo le vamos a dedicar a nuestras plantas nuestros ratos libres, lo mejor será empezar con plantas que no requieran mucha atención. Las plantas autóctonas suelen estar mejor adaptadas, por eso serán las más adecuadas.
Es importante hacer un seguimiento de cada una de nuestras plantas. Una agenda nos ayudará a estar pendientes de su periodo de floración, de su riego, de su abono y si fuera el caso, de la poda. Un elemento que debes considerar y que es muy importante para mantener las plantas en perfecto estado, es el suelo que las va a albergar. El suelo deberá ser profundo, rico en nutrientes, con un Ph equilibrado, entre 5,5 y 8, no salino, aireado, con capacidad para retener el agua, con buen drenaje y que no esté infectado por malas hierbas, gusanos, nematodos, ni hongos, en definitiva, un suelo sano. Se recomienda desinfectar el suelo cada tres o cuatro años. El sol es el mejor método de desinfección. Es muy recomendable mantener la tierra limpia y libre de malas hierbas, para que nuestras plantas puedan absorber mejor los nutrientes. La tierra debe estar siempre aireada. Cuando veamos que la tierra esté apelmazada procuraremos airearla. Lo mejor es utilizar un rastrillo.
A la hora de comprar tus plantas, si son plantas con flores, es mejor que éstas tengan los capullos cerrados. Cuando las instales en el lugar que hayas buscado para ellas, asegúrate que van a tener mucha luz, que la tierra tenga un punto de humedad ligero y que cuente con un abono rico en fósforo, nitrógeno, calcio, magnesio, azufre y potasio.
Aprovecha las zonas con césped para colocar las plantas que necesitan un mayor riego, ya que es un lugar dónde se suele acumular más agua.
Al regar las plantas nos cuidaremos mucho de no hacerlo sobre las hojas o las flores, ya que se pudren y pueden favorecer las plagas, lo haremos siempre sobre la tierra, y preferentemente con agua tibia.
La distancia que hay entre las plantas también es un factor a considerar, si las plantas que vamos a instalar van a tener raíces que van a crecer mucho, deberemos separarlas adecuadamente. Este factor lo tendremos en cuenta para evitar que las raíces de las plantas interfieran entre sí y, en consecuencia, para evitar debilitar a las plantas.
En definitiva, a parte de estos consejos generales, lo que necesitan las plantas es mucho mimo y mucha atención por nuestra parte. Así, las mantendremos siempre en buen estado.